#4.3 Diario de Campo

Para mi tercer diario de campo decidí adentrarme un poco mas en la vida homosexual nocturna, por lo tanto fui a un club gay el fin de semana a pasar una noche ahí y ver lo que sucedía, al igual que tomar nota de la atmosfera, el sitio, la gente, entre otros.

Al principio, debo admitir, fue un poco extraño estar en un sitio con tantas personas de un mismo sexo bailando juntos, besándose, etc. Pero después de unos minutos ya se me había pasado el “shock” inicial y decidí entrar y acercarme al bar. Pedí un trago, como para no verme fuera de sitio, y empecé a observar todo lo que sucedía alrededor mío. Gente bailando, besándose, platicando, el “bartender” conversando con todo el mundo; la música era buena, reconocía varias de las canciones.

Algo sorpréndete lo cual noté, fue la tendencia en las relaciones homosexuales a presentarse como una pareja heterosexual, y me explico: En muchas de las parejas que observé, me di cuenta que se notaba una clara distinción entre la persona que se puede denominar como la “mujer” de la relación y el “hombre” de la relación. Que a pesar de ser los dos del mismo género sexual, se comportaban como una pareja de diferentes géneros (heterosexual). Es decir, en un matrimonio homosexual existiría ese balance entre lo asociado al hombre y lo asociado a la mujer.

Después de un rato de estar en la barra, sucede algo nuevo para mi y sorprendente, un hombre se me acerca y me dice: “Hola bello, tu quieres que te rompa el ****?” cuando escuche esto me quede en shock por un buen rato, luego me compuse y le dije que no estaba interesado y sarcásticamente le agradecí por su oferta. Sucedieron muchos otros encuentros como este, hasta que un chico americano, que parecía buena gente y normal, se me acerca y me dice: “Hey, what’s going on?… Waiting for someone?” le conteste que no, que estaba solo. Luego me pregunto que porque estaba solo y decidí no comentarle sobre el trabajo debido a que pudo haberlo visto como un insulto, por lo tanto decidí seguirle la corriente y me quede hablando con el casi toda la noche ya que se veía bastante normal y sin ningún interés de tener sexo conmigo.

Empezamos hablando sobre el sitio, era su primera vez en ese club también, hablamos sobre la gente, la música… Me comentó que estaba de vacaciones en Puerto Rico, que había venido con unos amigos pero todos estaban en el hotel porque recién habían llegado al hotel y ellos querían acostarse. Hablamos sobre nuestras vidas, lo que estamos estudiando y un montón de cosas. Me habló sobre la vida nocturna de New York, de sus estudios, argumentamos sobre las votaciones que se aproximaban. Después de unas horas tuvimos en pequeño debate sobre los derechos de matrimonio gay, entre otras cosas.

En conclusión, pase una noche bastante chévere en el club, conocí a una nueva persona, pude vivir algo diferente, me adentré en la vida homosexual, noté que sus actitudes y comportamientos son totalmente iguales a los de nosotros (excepto que ellos son un poco más directos y al grano).

En este diario de campo utilicé como herramienta la lectura de Erving Goffman: “La presentación de la persona en la vida cotidiana” debido a que nos habla sobre nuestra presentación hacia la gente, la primera impresión que causamos en otros. También sobre como consciente e inconscientemente intentamos cambiar ciertos aspectos sobre nosotros para proveer una mejor impresión hacia otros, y ser de mayor agrado. Esto lo tuve que aplicar desde el momento que entre al club.

– L.R.

By blogthemile

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